En esta famiglia, el silencio es tan importante como la lealtad. Durante generaciones hemos guardado un secreto que no figura en ningún papel y que no se negocia con nadie. Sí, existen negocios que no se anuncian. Sí, hay reuniones que no admiten testigos. Nuestro secreto no se compra ni se vende. Se amasa, se protege… y solo se comparte con quienes forman parte de la famiglia.
Tomate, mozarella, frankfurt.
Tomate, mozzarella, jamón dulce.
Tomate, mozzarella, cebolla, olivas negras.
Parmigiano, mozzarella, mortadela de Bologna, burrata, pesto, pistachos.
Tomate, mozzarella, queso de cabra, cebolla caramelizada, champiñones.
Parmigiano, mozzarella, jamón ibérico, burrata.
Padre de la famiglia. Él no hornea: imparte justicia entre el fuego y la masa.
Madre de la famiglia. Ella decide qué ingredientes entran en casa… y cuáles no pasan el filtro.
Hija mediana y amante de todas las pizzas. Su veredicto es siempre el mismo: “Está muy buena”.
Hijo menor. Su paladar es tan exigente que hasta el Don se lo piensa antes de servirle.
Hijo mayor. Pasó un tiempo en Roma aprendiendo el negocio... y volvió con la masa perfecta.
Especialista en borrar pruebas… sobre todo si esas pruebas son restos de comida.
Se encarga personalmente de “convencer” a los que dejan la pizza a medias… o el borde en el plato.
Aparece solo para inspeccionar lo que huele a lujo. Si un plato sobrevive a su mirada, es que merece ser servido.
Reserva mesa con mínimo 5 días de antelación